De acuerdo a la encuesta Casen 2006, existen 1.866.673 hogares encabezados por una mujer, ello constituye el 35,1%. Es decir, madres solteras, casadas, convivientes o solas, pero todas con algo en común: mujeres que aportan el principal sustento económico a su familia, con hijos y/o nietos que deben sacar adelante.
Con estas cifras relativamente recientes, podemos dar cuenta una realidad lamentablemente instalada en nuestra sociedad; que es el trasfondo de días de trabajo, desvelos, sobre exigencias físicas y sicológicas de aquellas mujeres que dan todo para el bienestar de su familia y donde muchas veces son las únicas responsables de traer el sustento a su hogar.
Aunque estas mujeres representen el fiel esquema de preocupación y esfuerzo, lamentablemente, aunque sean las personas más resilientes, hay factores externos a ellas que las llevan a seguir manteniendo a su hogar dentro de los rangos de pobreza de nuestro país.
Esta estrechamente ligado a la difícil labor de la jefa de hogar, la cultura de género en la que predomina el machismo ante la igualdad, y que por sobre todo se designan los roles del hombre y de la mujer quedando los roles de esta en segundo plano de importancia y manteniéndose el protagonismo del hombre por sobre la mujer; como afirma María Nieves Rico (1993, p31) “se hacen necesarios estudios respecto a las consecuencias culturales de la no presencia de los hombres en los espacios tradicionales considerados femeninos”. De igual manera, se podría agregar, que es necesario estudiar las consecuencias de la no presencia de la mujer en los ámbitos tradicionalmente reservados al hombre, en la economía, la sociedad y la política.
Hoy en día tenemos conciencia que ha existido una evolución en muchos aspectos con respecto a la discriminación de la mujer, esta discriminación que ha sido la principal protagonista de todas las injusticias y desigualdades que se han cometido con la mujer; desigualdades e injusticias que sabemos y tenemos la esperanza que algún día terminaran, ya que imaginamos el día en que esa madre, jefa de hogar esforzándose tanto a más que un hombre, reciba en sus manos el mismo sueldo que este, sintiendo por fin que vale la pena sacrificar todo el tiempo que ha pasado lejos de sus hijos.
Pienso que están en toda la razón. Es una verdadera injusticia y discriminacion a la vista, que las mujeres por desempeñar la misma labor que hombres, obtengan un sueldo inferior al 30%. Si bien, no generamos los mismos resultados, ambos tenemos la misma capacidad de desarrollo.
ResponderEliminarTanto el hombre como la mujer (y podría abarcar más al lado femenino), dependen uno de el otro. No tanto en quehaceres del hogar en el caso de los hombres a las mujeres, sino que en ambitos social, político, etc... ero como hoy en día predomina el "Machismo" habrá que esperar a esta nueva ley que no estoy informada si se ha aprobado o está en proceso.
Estoy de acuerdo con ustds. Nuestro Pais es demaciado machista, siendo que nosotras podemos ser igual o mayor eficientes que los Hombres en el tema laboral.
ResponderEliminarCon respecto al primer comentario la Ley ha sido aprobada en forma unanime por la Camara de Diputados. Es de esperar que más paises al igual que Chile impulsen iniciativas al respectos.
ResponderEliminarGracias por sus comentarios.
:o Muchas gracias por responder a mi duda con respecto al aprobamiento o no de la ley. Aportando un poco más... Igual si se ha aprobado, ojalá hayan personas que supervisen que estas leyes rigan. Porque muchas veces surgen, y nadie las respeta.
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